NEW HAVEN – En el discurso de inauguración de su mandato, en lo peor de la Gran Depresión, el presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, pronunció una frase que se volvería famosa: “A lo único que debemos temer es al temor mismo”. Luego agregó, en alusión al Libro del Éxodo: “No sufrimos una plaga de langostas”. No había ninguna causa tangible para la depresión; en marzo de 1933, el problema estaba en la mente de las personas.
NEW HAVEN – En el discurso de inauguración de su mandato, en lo peor de la Gran Depresión, el presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, pronunció una frase que se volvería famosa: “A lo único que debemos temer es al temor mismo”. Luego agregó, en alusión al Libro del Éxodo: “No sufrimos una plaga de langostas”. No había ninguna causa tangible para la depresión; en marzo de 1933, el problema estaba en la mente de las personas.