DAVOS – En todo el mundo, al parecer, la crisis está controlando la política nacional. En cada elección se registran participaciones de los votantes históricamente bajas. A nivel universal, los políticos son condenados. Los partidos políticos tradicionales, desesperados por seguir siendo relevantes, caen en un círculo vicioso, y se ven forzados a ceder al extremismo o correr el riesgo de ser aplastados por movimientos populistas antisistema.
DAVOS – En todo el mundo, al parecer, la crisis está controlando la política nacional. En cada elección se registran participaciones de los votantes históricamente bajas. A nivel universal, los políticos son condenados. Los partidos políticos tradicionales, desesperados por seguir siendo relevantes, caen en un círculo vicioso, y se ven forzados a ceder al extremismo o correr el riesgo de ser aplastados por movimientos populistas antisistema.