PRINCETON – Todo el mundo sabe ya que estamos en la peor crisis económica desde el decenio de 1930. Las reacciones proteccionistas son tristemente familiares: protestas contra los trabajadores extranjeros, peticiones de protección comercial y un nacionalismo financiero que pretende limitar las corrientes de dinero a través de las fronteras nacionales.
PRINCETON – Todo el mundo sabe ya que estamos en la peor crisis económica desde el decenio de 1930. Las reacciones proteccionistas son tristemente familiares: protestas contra los trabajadores extranjeros, peticiones de protección comercial y un nacionalismo financiero que pretende limitar las corrientes de dinero a través de las fronteras nacionales.