BERLÍN – La decisión del Banco Central Europeo en septiembre de aplicar un mayor alivio de la política monetaria fue polémica, y un representante de la junta, de Alemania, hasta renunció ante la medida. Pero una de las características más destacables de la posición del BCE no ha recibido suficiente atención: la admisión de que las expectativas de inflación se han vuelto desancladas y que, sin un respaldo de política fiscal, el banco central probablemente no pueda cumplir con su mandato de estabilidad de precios en el futuro previsible.
BERLÍN – La decisión del Banco Central Europeo en septiembre de aplicar un mayor alivio de la política monetaria fue polémica, y un representante de la junta, de Alemania, hasta renunció ante la medida. Pero una de las características más destacables de la posición del BCE no ha recibido suficiente atención: la admisión de que las expectativas de inflación se han vuelto desancladas y que, sin un respaldo de política fiscal, el banco central probablemente no pueda cumplir con su mandato de estabilidad de precios en el futuro previsible.