BRUSELAS – Las discusiones en torno a la política económica en Europa solían estar dominadas por el número tres: el límite superior del 3% del PIB sobre los déficits fiscales. Si bien las reglas fiscales consagradas en el Tratado de Maastricht eran por cierto mucho más complejas, el debate público tendía a centrarse en la cifra del 3%, especialmente cuando los déficits se inflaron durante la crisis del euro hace casi diez años.
BRUSELAS – Las discusiones en torno a la política económica en Europa solían estar dominadas por el número tres: el límite superior del 3% del PIB sobre los déficits fiscales. Si bien las reglas fiscales consagradas en el Tratado de Maastricht eran por cierto mucho más complejas, el debate público tendía a centrarse en la cifra del 3%, especialmente cuando los déficits se inflaron durante la crisis del euro hace casi diez años.