BERLÍN – A medida que miles de refugiados llegan a Europa para escapar de los horrores de la guerra, y mucho mueren en el camino, una tragedia distinta está sucediendo en muchos de los Estados miembros más nuevos de la Unión Europea. Los Estados conocidos colectivamente como “Europa oriental”, incluida mi Polonia natal, han demostrado ser intolerantes, no liberales, xenófobos e incapaces de recordar el espíritu de solidaridad que les ayudó a obtener la libertad hace un cuarto de siglo.
BERLÍN – A medida que miles de refugiados llegan a Europa para escapar de los horrores de la guerra, y mucho mueren en el camino, una tragedia distinta está sucediendo en muchos de los Estados miembros más nuevos de la Unión Europea. Los Estados conocidos colectivamente como “Europa oriental”, incluida mi Polonia natal, han demostrado ser intolerantes, no liberales, xenófobos e incapaces de recordar el espíritu de solidaridad que les ayudó a obtener la libertad hace un cuarto de siglo.