ATENAS – Esta vez, la crisis bancaria es diferente. De hecho, es peor que en 2007-08. En aquel entonces, podíamos culpar del colapso secuencial de los bancos al fraude mayorista, al crédito predatorio generalizado, a la colusión entre las agencias de calificación y a los banqueros en las sombras que vendían derivados sospechosos -todo esto posible gracias al por entonces flamante desmantelamiento del régimen regulatorio por parte de políticos formados en Wall Street, como el secretario del Tesoro de Estados Unidos Robert Rubin-. Las quiebras bancarias de hoy no tienen nada que ver con todo eso.
ATENAS – Esta vez, la crisis bancaria es diferente. De hecho, es peor que en 2007-08. En aquel entonces, podíamos culpar del colapso secuencial de los bancos al fraude mayorista, al crédito predatorio generalizado, a la colusión entre las agencias de calificación y a los banqueros en las sombras que vendían derivados sospechosos -todo esto posible gracias al por entonces flamante desmantelamiento del régimen regulatorio por parte de políticos formados en Wall Street, como el secretario del Tesoro de Estados Unidos Robert Rubin-. Las quiebras bancarias de hoy no tienen nada que ver con todo eso.