El año pasado fue malo para el libre comercio. Se suponía que la Ronda de Doha pondría a la agricultura en el centro de las negociaciones para mitigar las profundas frustraciones de los países en desarrollo. Pero, en vez de darle vida al libre comercio de alimentos, el proteccionismo agrícola de los países ricos parece haber acabado con la Ronda de Doha –y, con ella, potencialmente con todo el régimen multilateral de comercio.
El año pasado fue malo para el libre comercio. Se suponía que la Ronda de Doha pondría a la agricultura en el centro de las negociaciones para mitigar las profundas frustraciones de los países en desarrollo. Pero, en vez de darle vida al libre comercio de alimentos, el proteccionismo agrícola de los países ricos parece haber acabado con la Ronda de Doha –y, con ella, potencialmente con todo el régimen multilateral de comercio.