LONDRES – Va a ser difícil ganarle en teatro político al reciente interrogatorio del presidente del Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones del Senado de EE. UU., Bernie Sanders, al director ejecutivo de Moderna, Stéphane Bancel, quien debió explicar por qué su empresa cuadruplicó el precio de la vacuna que fabrica contra la COVID-19. Pero aunque Sanders tiene razón cuando afirma que Moderna debe sus vacunas a los miles de millones de dólares provenientes de los contribuyentes estadounidenses que recibió como asistencia, la decisión de aumentar su precio no debiera sorprender a nadie. Como advertí en marzo de 2020, las farmacéuticas siempre ganan un dineral en crisis como la de la pandemia, y los contribuyentes estadounidenses siempre serán extorsionados hasta que se arregle un sistema que obviamente está roto.
LONDRES – Va a ser difícil ganarle en teatro político al reciente interrogatorio del presidente del Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones del Senado de EE. UU., Bernie Sanders, al director ejecutivo de Moderna, Stéphane Bancel, quien debió explicar por qué su empresa cuadruplicó el precio de la vacuna que fabrica contra la COVID-19. Pero aunque Sanders tiene razón cuando afirma que Moderna debe sus vacunas a los miles de millones de dólares provenientes de los contribuyentes estadounidenses que recibió como asistencia, la decisión de aumentar su precio no debiera sorprender a nadie. Como advertí en marzo de 2020, las farmacéuticas siempre ganan un dineral en crisis como la de la pandemia, y los contribuyentes estadounidenses siempre serán extorsionados hasta que se arregle un sistema que obviamente está roto.