BOSTON – Pocos equipos modernos han inspirado tanto entusiasmo como el dron. Si bien inicialmente los vehículos aéreos no tripulados para uso no militar (UAV, por sus siglas en inglés) se promovieron como aparatos puramente recreacionales, no ha tomado mucho tiempo antes de que los empresarios y los gigantes industriales aprovechen las infinitas posibilidades que ofrecen. Se espera que en los Estados Unidos las ventas anuales alcancen los siete millones de unidades para 2020, y muchos ya predicen un futuro en que los drones den nueva forma a nuestras ciudades a través de la entrega remota de productos, la vigilancia aérea o aplicaciones todavía no previstas.
BOSTON – Pocos equipos modernos han inspirado tanto entusiasmo como el dron. Si bien inicialmente los vehículos aéreos no tripulados para uso no militar (UAV, por sus siglas en inglés) se promovieron como aparatos puramente recreacionales, no ha tomado mucho tiempo antes de que los empresarios y los gigantes industriales aprovechen las infinitas posibilidades que ofrecen. Se espera que en los Estados Unidos las ventas anuales alcancen los siete millones de unidades para 2020, y muchos ya predicen un futuro en que los drones den nueva forma a nuestras ciudades a través de la entrega remota de productos, la vigilancia aérea o aplicaciones todavía no previstas.