La presidencia italiana de la Unión Europea carga con una enorme responsabilidad, a saber, revitalizar la ampliación como aspecto clave de la UE. Un buen lugar para empezar sería promover una actitud distinta hacia la adopción del euro por parte de los nuevos miembros. En efecto, la actual postura paternalista de las instituciones de la UE hacia los nuevos miembros amenaza con crear una Europa de dos niveles que complicará las tareas de la integración.
La presidencia italiana de la Unión Europea carga con una enorme responsabilidad, a saber, revitalizar la ampliación como aspecto clave de la UE. Un buen lugar para empezar sería promover una actitud distinta hacia la adopción del euro por parte de los nuevos miembros. En efecto, la actual postura paternalista de las instituciones de la UE hacia los nuevos miembros amenaza con crear una Europa de dos niveles que complicará las tareas de la integración.