NUEVA YORK – En los años 1960, el poeta disidente Alexander Galich escribió sobre la complicidad muda de los apparatchiks soviéticos en los crímenes de Joseph Stalin, especialmente las Grandes Purgas en las que millones de personas fueron detenidas o murieron en el Gulag. “Quienes se callaron se convirtieron en jefes, porque el silencio es oro”, escribió Galich. “Quédense callados y estarán arriba”.
NUEVA YORK – En los años 1960, el poeta disidente Alexander Galich escribió sobre la complicidad muda de los apparatchiks soviéticos en los crímenes de Joseph Stalin, especialmente las Grandes Purgas en las que millones de personas fueron detenidas o murieron en el Gulag. “Quienes se callaron se convirtieron en jefes, porque el silencio es oro”, escribió Galich. “Quédense callados y estarán arriba”.