PARÍS – Aunque empezar a celebrar ya el final del gobierno de Donald Trump en los Estados Unidos sería una insensatez, no es demasiado pronto para evaluar el impacto que habrá dejado en el sistema económico internacional si su retador demócrata, Joe Biden, gana la elección de noviembre. En algunas áreas, un solo período presidencial de Trump habrá dejado una marca insignificante, y a Biden no le costará borrarla. Pero en varias otras, bien puede ser que los últimos cuatro años terminen siendo trascendentales; además, la larga sombra de la conducta internacional de Trump será una carga para su posible sucesor.
PARÍS – Aunque empezar a celebrar ya el final del gobierno de Donald Trump en los Estados Unidos sería una insensatez, no es demasiado pronto para evaluar el impacto que habrá dejado en el sistema económico internacional si su retador demócrata, Joe Biden, gana la elección de noviembre. En algunas áreas, un solo período presidencial de Trump habrá dejado una marca insignificante, y a Biden no le costará borrarla. Pero en varias otras, bien puede ser que los últimos cuatro años terminen siendo trascendentales; además, la larga sombra de la conducta internacional de Trump será una carga para su posible sucesor.