CLAREMONT, CALIFORNIA – Al menos para China, el presidente de EE. UU. Donald Trump es un regalo que le sigue dando satisfacciones. Su calamitosa respuesta a la pandemia de la COVID-19 dejó a China, cuyo gobierno gestionó mal el brote inicial en enero de este año, como un ejemplo de gobernanza eficaz. Además, la política de Trump de «América primero» alienó a los aliados tradicionales estadounidenses y dificultó la creación de una coalición amplia para hacer frente a China.
CLAREMONT, CALIFORNIA – Al menos para China, el presidente de EE. UU. Donald Trump es un regalo que le sigue dando satisfacciones. Su calamitosa respuesta a la pandemia de la COVID-19 dejó a China, cuyo gobierno gestionó mal el brote inicial en enero de este año, como un ejemplo de gobernanza eficaz. Además, la política de Trump de «América primero» alienó a los aliados tradicionales estadounidenses y dificultó la creación de una coalición amplia para hacer frente a China.