DENVER – Después de una temporada de huracanes que baten récords en Estados Unidos e inundaciones en toda Asia, sería fácil desesperarse ante el ritmo acelerado del cambio climático. Sin embargo, a pesar de los presagios apocalípticos, una transformación energética lo suficientemente grande y lo suficientemente rápida como para frenar el incremento de la temperatura global sigue estando a nuestro alcance. Mejor aún, no necesitamos esperar nuevas invenciones para implementar los cambios que necesitamos; la transformación puede suceder ahora mismo, con soluciones rentables que ofrezcan las empresas e impulsen los mercados.
DENVER – Después de una temporada de huracanes que baten récords en Estados Unidos e inundaciones en toda Asia, sería fácil desesperarse ante el ritmo acelerado del cambio climático. Sin embargo, a pesar de los presagios apocalípticos, una transformación energética lo suficientemente grande y lo suficientemente rápida como para frenar el incremento de la temperatura global sigue estando a nuestro alcance. Mejor aún, no necesitamos esperar nuevas invenciones para implementar los cambios que necesitamos; la transformación puede suceder ahora mismo, con soluciones rentables que ofrezcan las empresas e impulsen los mercados.