NUEVA YORK – La sanción multimillonaria en dólares impuesta recientemente por el gobierno estadounidense al Deutsche Bank de Alemania por vender de manera abusiva títulos hipotecarios en Estados Unidos hizo poco para mejorar la confianza en la Unión Europea, que sigue acosada por un crecimiento económico lento, un desempleo elevado, desafíos en materia de inmigración y una creciente incertidumbre. Lo que el escándalo del Deutsche Bank sí hizo fue echar luz sobre una opción de último recurso -una suerte de "pase Ave María", en términos de fútbol americano- que, potencialmente, podría salvar al proyecto europeo.
NUEVA YORK – La sanción multimillonaria en dólares impuesta recientemente por el gobierno estadounidense al Deutsche Bank de Alemania por vender de manera abusiva títulos hipotecarios en Estados Unidos hizo poco para mejorar la confianza en la Unión Europea, que sigue acosada por un crecimiento económico lento, un desempleo elevado, desafíos en materia de inmigración y una creciente incertidumbre. Lo que el escándalo del Deutsche Bank sí hizo fue echar luz sobre una opción de último recurso -una suerte de "pase Ave María", en términos de fútbol americano- que, potencialmente, podría salvar al proyecto europeo.