NEW HAVEN – El último día del verano estuvo marcado por otro ejemplo de medidas fútiles por parte de dos de los principales bancos centrales del mundo, la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de Japón (BOJ). La Fed no hizo nada, lo cual es precisamente el problema, mientras que los alquimistas del BOJ desvelaron otra débil apuesta por una política no convencional.
NEW HAVEN – El último día del verano estuvo marcado por otro ejemplo de medidas fútiles por parte de dos de los principales bancos centrales del mundo, la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de Japón (BOJ). La Fed no hizo nada, lo cual es precisamente el problema, mientras que los alquimistas del BOJ desvelaron otra débil apuesta por una política no convencional.