HAMBURGO – Algunas veces el cumplimiento de una promesa se siente como un castigo. Cuando hace más de un siglo se inventó la radio, el dramaturgo alemán Bertolt Brecht observó que su potencial se podría explorar en plenitud sólo después de convertirse en una herramienta de comunicación, en lugar de un mero canal de distribución. Después de todo, hay una gran diferencia entre poder hablar a muchos y que todos puedan hablar con todos.
HAMBURGO – Algunas veces el cumplimiento de una promesa se siente como un castigo. Cuando hace más de un siglo se inventó la radio, el dramaturgo alemán Bertolt Brecht observó que su potencial se podría explorar en plenitud sólo después de convertirse en una herramienta de comunicación, en lugar de un mero canal de distribución. Después de todo, hay una gran diferencia entre poder hablar a muchos y que todos puedan hablar con todos.