BERKELEY – En los impasses políticos que recientemente paralizaron a las dos democracias más grandes del mundo, India y Estados Unidos, los líderes normalmente lúcidos de ambos países, para parafrasear a William Butler Yeats, carecieron de toda convicción, mientras que los equivocados y los superficiales desbordaban de intensidad apasionada. En rigor de verdad, esa pasión no da señal alguna de desvanecerse.
BERKELEY – En los impasses políticos que recientemente paralizaron a las dos democracias más grandes del mundo, India y Estados Unidos, los líderes normalmente lúcidos de ambos países, para parafrasear a William Butler Yeats, carecieron de toda convicción, mientras que los equivocados y los superficiales desbordaban de intensidad apasionada. En rigor de verdad, esa pasión no da señal alguna de desvanecerse.