BOGOTÁ – En décadas recientes los países de América Latina han realizado esfuerzos significativos en el fortalecimiento del Estado y la consolidación de la democracia en la región. Al mismo tiempo las redes criminales – entendidas como el conjunto de relaciones entre los agentes legales e ilegales que participan en actividades criminales – se han fortalecido. Ahora tienen un papel importante en las economías formales e informales de la región y en las instituciones políticas, erosionan el tejido social y amenazan los avances conseguidos en la región.
BOGOTÁ – En décadas recientes los países de América Latina han realizado esfuerzos significativos en el fortalecimiento del Estado y la consolidación de la democracia en la región. Al mismo tiempo las redes criminales – entendidas como el conjunto de relaciones entre los agentes legales e ilegales que participan en actividades criminales – se han fortalecido. Ahora tienen un papel importante en las economías formales e informales de la región y en las instituciones políticas, erosionan el tejido social y amenazan los avances conseguidos en la región.