NUEVA YORK – Nada nos hace concentrarnos mentalmente como una crisis en toda regla. Como millones de personas más en la ciudad de Nueva York, oí al huracán Sandy sacudir mis ventanas y mis puertas. Tuve más suerte que muchos. Lo único que hizo fue sacudirlas.
NUEVA YORK – Nada nos hace concentrarnos mentalmente como una crisis en toda regla. Como millones de personas más en la ciudad de Nueva York, oí al huracán Sandy sacudir mis ventanas y mis puertas. Tuve más suerte que muchos. Lo único que hizo fue sacudirlas.