WASHINGTON, DC – El éxito de la democracia estilo occidental después de la Segunda Guerra Mundial estaba basado en los contratos sociales nacionales: los ciudadanos pagaban impuestos y el estado ofrecía las condiciones para un progreso económico estable, junto con empleos seguros, una red de seguridad social y políticas redistributivas que achicaban la brecha de ingresos entre los propietarios y los trabajadores. Si bien el grado de redistribución y la disponibilidad de empleos seguros variaba entre los países, la gran mayoría de los ciudadanos aceptaban el acuerdo.
WASHINGTON, DC – El éxito de la democracia estilo occidental después de la Segunda Guerra Mundial estaba basado en los contratos sociales nacionales: los ciudadanos pagaban impuestos y el estado ofrecía las condiciones para un progreso económico estable, junto con empleos seguros, una red de seguridad social y políticas redistributivas que achicaban la brecha de ingresos entre los propietarios y los trabajadores. Si bien el grado de redistribución y la disponibilidad de empleos seguros variaba entre los países, la gran mayoría de los ciudadanos aceptaban el acuerdo.