LONDRES – Ocho años después de la crisis de 2008, gobiernos y bancos centrales (tras probar con infinidad de políticas y estrategias) no han logrado un estímulo de la demanda suficiente para producir un crecimiento sostenido e importante. En Japón, la denominada Abenomics prometía una inflación del 2% en 2015; pero el Banco de Japón prevé una cifra cercana a cero en 2016, con un crecimiento del PIB inferior a 1%. El crecimiento de la eurozona se redujo a la mitad en el segundo trimestre de 2016 y depende peligrosamente de la demanda externa de exportaciones. Incluso la recuperación de Estados Unidos parece incierta.
LONDRES – Ocho años después de la crisis de 2008, gobiernos y bancos centrales (tras probar con infinidad de políticas y estrategias) no han logrado un estímulo de la demanda suficiente para producir un crecimiento sostenido e importante. En Japón, la denominada Abenomics prometía una inflación del 2% en 2015; pero el Banco de Japón prevé una cifra cercana a cero en 2016, con un crecimiento del PIB inferior a 1%. El crecimiento de la eurozona se redujo a la mitad en el segundo trimestre de 2016 y depende peligrosamente de la demanda externa de exportaciones. Incluso la recuperación de Estados Unidos parece incierta.