Derrotando al Terrorismo a través de la Prosperidad Global

Cuando Franklin Roosevelt y Winston Churchill establecieron los objetivos de guerra de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial en el mapa del Atlántico, hablaron acerca de asegurar "el avance económico y la seguridad social" para el mundo entero. En su discurso inaugural en 1941, Roosevelt dijo que el mundo debería basarse en cuatro libertades, incluyendo estar libre de carencias. Hizo un llamado para realizar acuerdos económicos globales que aseguraran "una vida saludable en tiempos de paz para los habitantes" de todos los países.

El presidente Bush evocó hace poco a los líderes de la Segunda Guerra al declarar que "también derrotaremos a los terroristas construyendo una prosperidad duradera que sea una promesa de más oportunidades y mejor vida para toda la gente del mundo". Este objetivo vale la pena y es urgente, pero para realizarlo será necesario cambiar las políticas de los países ricos, particularmente de Estados Unidos (EU).

El mundo actual no ofrece prosperidad para todos. Más de mil millones de personas tienen que luchar para apenas sobrevivir todos los días y muchos no lo logran. Durante los dos últimos años he sido presidente de la mesa directiva de la Comisión para la Macroeconomía y la Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Nuestra Comisión recibió evidencia detallada acerca de la muerte de millones de personas pobres causada por la falta de los más ínfimos recursos necesarios para permanecer con vida. Las pérdidas más terribles son las causadas por enfermedades que es posible tratar y prevenir, como el sarampión, las infecciones respiratorias, la malaria, la tuberculosis y el SIDA.

El problema es que la prevención y el tratamiento de esos males cuestan dinero, no mucho, pero mucho más del que está disponible para los países pobres del mundo. La Comisión de la OMS descubrió cosas impactantes. En los países más pobres, el dinero gastado anualmente en la salud de cada persona asciende a $11 por persona, a pesar de que se necesitan por lo menos $33 por persona cada año para proveer los servicios sanitarios más indispensables.

Las naciones ricas deben proveer alrededor de $20 por persona para cubrir la grieta. En cambio, proveen sólo $2 por persona y de todas maneras piensan que están cubriendo las necesidades de los pobres. Cuando millones de personas mueren por la falta de apoyo financiero, EU y otros países ricos actúan como si el resultado fuera un evento "natural", más que el resultado de la negligencia política.

Si cada una de las naciones ricas contribuyera una décima parte del 1% de su ingreso nacional, o más o menos 1 centavo por cada 10 dólares ganados, el resultado serían 25 mil millones cada año que podrían ser utilizados para salvar las vidas de millones de pobres en todo el mundo. Esa suma permitiría extender los servicios básicos de salud hasta alcanzar los cientos de millones de personas que en la actualidad no cuentan con atención médica, incluyendo el tratamiento del SIDA, la vacunación de los niños y la distribución de mosquiteros para las camas para reducir la incidencia de malaria. Por desgracia, los países ricos cotribuyen cerca de una cuarta parte de lo que hace falta, es decir, $6 mil millones en lugar de $25 mil millones. Según las estimaciones de la Comisión de la OMS, 8 millones de personas podrían ser salvadas cada año a través de un esfuerzo financiado apropiadamente.

EU ha sido el donador más avaro del mundo desarrollado, un hecho que los estadounidenses no reconocen. En encuestas de opinión recientes, los estadounidenses mostraron que creen ser el país más generoso de todos y estiman que EU gasta alrededor del 20% de su presupuesto federal en ayuda para el extranjero. ¡La verdad es que menos de la mitad del 1% del presupuesto se usa para ayuda externa! Si medimos la cantidad de ayuda en proporción al PIB, EU está en el último lugar entre los países ricos. Muchos países europeos contribuyen diez veces más relativamente hablando.

Al hacer un llamado para lograr un mundo más próspero para todos el presidente Bush mostró la actitud estadounidense en cuanto a desarrollo económico al decir que "el comercio puede conquistar la pobreza y la desesperación". Muchos estadounidenses piensan que las fuerzas de mercado por sí mismas, incluyendo el comercio internacional, pueden resolver los problemas de la pobreza. Como economista de comercio sé que esto es sólo verdad a medias. El comercio sí beneficia a los pobres si los mercados de los países ricos son abiertos para que los pobres vendan lo que producen. Pero el comercio por sí solo no es suficiente. La política de comercio no puede salvar a los millones de personas que mueren por enfermedades; sólo la asistencia financiera bien enfocada puede hacer eso. Además, en los lugares en los que las enfermedades abundan es casi imposible lograr el crecimiento a través de las exportaciones.

La avaricia estadounidense, es más, resulta en altos costos para la seguridad de EU. Hace mucho que la comunidad de inteligencia de EU entendió que las enfermedades y la pobreza contribuyen a la "falla estatal", el término técnico para colapso político, revoluciones, guerras civiles, terrorismo patrocinado gubernamentalmente y golpes de estado. Cuando hay "fallas estatales" con frecuencia son seguidas por costosas intervenciones militares por parte de EU y sus aliados. Parece que los países ricos intervienen sólo cuando es demasiado tarde, en lugar de trabajar con seriedad para evitar la crisis y el colapso en primer lugar.

El presidente Bush ha dado inicio a la discusión acerca de las formas en las que se puede promover la prosperidad para todos. Los líderes mundiales deberían por lo tanto enviar un sonoro mensaje a EU y a otros países ricos. Es tiempo de que los ricos promuevan un verdadero desarrollo económico a través de una asistencia externa conmensurable con las necesidades de los pobres y a través de mercados abiertos que permitan que los pobres utilicen las exportaciones para lograr una mayor prosperidad. Hasta que esas medidas no sean tomadas, el mundo seguirá siendo peligroso y permanecerá dividido, los pobres seguirán sufriendo y muriendo innecesariamente, y la inestabilidad y los trastornos políticos seguirán reinando.
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