GINEBRA – El mes pasado se cumplieron cuarenta años desde la fecha en la que miles de delegados de 134 países se reunieron en Kazajstán, en aquel entonces parte de la antigua Unión Soviética, para firmar la Declaración de Alma-Ata. Este acuerdo histórico comprometió al mundo a ampliar el acceso a la salud, y los principios consagrados en tan sólo tres páginas siguen teniendo un profundo efecto en el campo de la salud pública.
GINEBRA – El mes pasado se cumplieron cuarenta años desde la fecha en la que miles de delegados de 134 países se reunieron en Kazajstán, en aquel entonces parte de la antigua Unión Soviética, para firmar la Declaración de Alma-Ata. Este acuerdo histórico comprometió al mundo a ampliar el acceso a la salud, y los principios consagrados en tan sólo tres páginas siguen teniendo un profundo efecto en el campo de la salud pública.