¿Es posible desenamorarse del propio país? Durante dos años, como muchos norteamericanos, me dediqué intensamente a documentar, exponer y alertar al país sobre la criminalidad de la administración Bush y su ataque a la Constitución y el régimen de derecho -una historia muchas veces ignorada en casa-. Estaba segura de que cuando los norteamericanos supieran lo que se estaba haciendo en su nombre, reaccionarían con horror y furia.
¿Es posible desenamorarse del propio país? Durante dos años, como muchos norteamericanos, me dediqué intensamente a documentar, exponer y alertar al país sobre la criminalidad de la administración Bush y su ataque a la Constitución y el régimen de derecho -una historia muchas veces ignorada en casa-. Estaba segura de que cuando los norteamericanos supieran lo que se estaba haciendo en su nombre, reaccionarían con horror y furia.