PRINCETON – El África subsahariana, durante mucho tiempo considerada un caso perdido, está experimentando sus mejores resultados de crecimiento desde los años inmediatamente posteriores a la independencia. Los inesperados ingresos debidos a los recursos naturales han ayudado, pero la buena noticia abarca también a los países que no son ricos en recursos naturales. Desde mediados del decenio de 1990, países como Etiopía, Ruanda y Uganda, entre otros, han crecido con tasas propias del Asia oriental y los empresarios y los dirigentes políticos de África rebosan optimismo sobre el futuro del continente.
PRINCETON – El África subsahariana, durante mucho tiempo considerada un caso perdido, está experimentando sus mejores resultados de crecimiento desde los años inmediatamente posteriores a la independencia. Los inesperados ingresos debidos a los recursos naturales han ayudado, pero la buena noticia abarca también a los países que no son ricos en recursos naturales. Desde mediados del decenio de 1990, países como Etiopía, Ruanda y Uganda, entre otros, han crecido con tasas propias del Asia oriental y los empresarios y los dirigentes políticos de África rebosan optimismo sobre el futuro del continente.