GINEBRA – La penosa situación de las más de 200 colegialas secuestradas en el norte de Nigeria es un cruel recordatorio del grado de vulnerabilidad de los niños (particularmente, las niñas) en África. Pero también es preciso señalar que este incidente no representa fielmente la realidad del África moderna, y que los líderes africanos han asumido un fuerte compromiso con la protección de los niños de sus países. Para que puedan ofrecerles la misma clase de protección que gozan los niños en los países ricos se necesitan dos ingredientes clave: colaboración y convicción.
GINEBRA – La penosa situación de las más de 200 colegialas secuestradas en el norte de Nigeria es un cruel recordatorio del grado de vulnerabilidad de los niños (particularmente, las niñas) en África. Pero también es preciso señalar que este incidente no representa fielmente la realidad del África moderna, y que los líderes africanos han asumido un fuerte compromiso con la protección de los niños de sus países. Para que puedan ofrecerles la misma clase de protección que gozan los niños en los países ricos se necesitan dos ingredientes clave: colaboración y convicción.