BUENOS AIRES – Fortalecida por la estabilidad económica y el aura de su viudez reciente, Cristina Kirchner confirmó, con un rotundo triunfo electoral, que puede gobernar a la sociedad argentina –compleja, voluble y a veces autodestructiva- sin su marido, Néstor. Es líder por derecho propio. La incógnita es qué tipo de líder querrá ser en un contexto local e internacional más difícil.
BUENOS AIRES – Fortalecida por la estabilidad económica y el aura de su viudez reciente, Cristina Kirchner confirmó, con un rotundo triunfo electoral, que puede gobernar a la sociedad argentina –compleja, voluble y a veces autodestructiva- sin su marido, Néstor. Es líder por derecho propio. La incógnita es qué tipo de líder querrá ser en un contexto local e internacional más difícil.