CAMBRIDGE – Si no está roto, no lo arregles, dice el viejo adagio. Pero el plan de vacunación actual del mundo está muy “roto” y nadie parece estar arreglándolo, a pesar de las consecuencias desastrosas para las vidas, el bienestar y la economía global.
CAMBRIDGE – Si no está roto, no lo arregles, dice el viejo adagio. Pero el plan de vacunación actual del mundo está muy “roto” y nadie parece estar arreglándolo, a pesar de las consecuencias desastrosas para las vidas, el bienestar y la economía global.