MADRID – Algunos años apenas merecen una mención en los libros de historia; otros inspiran capítulos enteros. El año que pasó parece más bien de los segundos, y no hay duda de que la pandemia de COVID‑19, lo mismo que la de gripe española en 1918‑20, será recordada por mucho tiempo. Pero la notoriedad de un año no depende de su desarrollo en sí, sino de los cambios que produce. Un año anómalo después del cual todo sigue igual que antes es mucho menos significativo, desde un punto de vista histórico, que un año de inflexión: en el que se produce una gran transformación y comienza una nueva era para la humanidad. ¿A cuál de las dos clases pertenecerá 2020?
MADRID – Algunos años apenas merecen una mención en los libros de historia; otros inspiran capítulos enteros. El año que pasó parece más bien de los segundos, y no hay duda de que la pandemia de COVID‑19, lo mismo que la de gripe española en 1918‑20, será recordada por mucho tiempo. Pero la notoriedad de un año no depende de su desarrollo en sí, sino de los cambios que produce. Un año anómalo después del cual todo sigue igual que antes es mucho menos significativo, desde un punto de vista histórico, que un año de inflexión: en el que se produce una gran transformación y comienza una nueva era para la humanidad. ¿A cuál de las dos clases pertenecerá 2020?