ESTOCOLMO – Se cumplieron ya 18 meses desde que, en China, secuenciaron por primera vez el virus SARS-CoV-2. Un mes después la Organización Mundial de la Salud había emitido la alerta mundial más grave posible y declarado al brote de la COVID-19 como una «emergencia de salud pública de importancia internacional». Semanas más tarde, la OMS declaró una pandemia. Pero aún no estamos siquiera cerca del fin de la crisis. Hemos, por el contrario, ingresado en una nueva y peligrosa fase de su evolución.
ESTOCOLMO – Se cumplieron ya 18 meses desde que, en China, secuenciaron por primera vez el virus SARS-CoV-2. Un mes después la Organización Mundial de la Salud había emitido la alerta mundial más grave posible y declarado al brote de la COVID-19 como una «emergencia de salud pública de importancia internacional». Semanas más tarde, la OMS declaró una pandemia. Pero aún no estamos siquiera cerca del fin de la crisis. Hemos, por el contrario, ingresado en una nueva y peligrosa fase de su evolución.