Washington DC – El brutal golpe que asestó el nuevo coronavirus a la salud y las economías de los países ricos también empieza a sentirse profundamente en el mundo en vías de desarrollo, pero no debemos suponer que las políticas con las que respondieron los países ricos a la pandemia son las mejores para los países en vías de desarrollo, ni siquiera que son posibles. Por el contrario, debiéramos anticipar disyuntivas más difíciles y mayores restricciones en los lugares más pobres.
Washington DC – El brutal golpe que asestó el nuevo coronavirus a la salud y las economías de los países ricos también empieza a sentirse profundamente en el mundo en vías de desarrollo, pero no debemos suponer que las políticas con las que respondieron los países ricos a la pandemia son las mejores para los países en vías de desarrollo, ni siquiera que son posibles. Por el contrario, debiéramos anticipar disyuntivas más difíciles y mayores restricciones en los lugares más pobres.