BERLÍN – Los gobiernos en todo el mundo están implementando políticas monetarias y fiscales extremadamente expansivas para combatir las secuelas económicas de la pandemia de la COVID-19. Pero esa largueza es adecuada para una depresión de la vieja escuela, no para esta crisis por la salud pública.
BERLÍN – Los gobiernos en todo el mundo están implementando políticas monetarias y fiscales extremadamente expansivas para combatir las secuelas económicas de la pandemia de la COVID-19. Pero esa largueza es adecuada para una depresión de la vieja escuela, no para esta crisis por la salud pública.