WASHINGTON, DC/LONDRES – Las crudas advertencias sobre los efectos potencialmente devastadores de la crisis del COVID-19 en los mercados emergentes (ME) se han vuelto ubicuas. En un momento en que la pandemia abraza cada vez a más países, los ME enfrentan una salida masiva de inversores extranjeros que buscan activos seguros. Como resultado de ello, las salidas de capital y las depreciaciones de la moneda se han sincronizado de una manera sin precedentes.
WASHINGTON, DC/LONDRES – Las crudas advertencias sobre los efectos potencialmente devastadores de la crisis del COVID-19 en los mercados emergentes (ME) se han vuelto ubicuas. En un momento en que la pandemia abraza cada vez a más países, los ME enfrentan una salida masiva de inversores extranjeros que buscan activos seguros. Como resultado de ello, las salidas de capital y las depreciaciones de la moneda se han sincronizado de una manera sin precedentes.