GINEBRA – La historia muestra que algunos de los momentos más peligrosos de las pandemias ocurren cuando la vida vuelve a la normalidad demasiado pronto. Hace un siglo, la creencia prematura en que el peligro había pasado contribuyó a que la segunda ola de gripe española se cobrara muchas más vidas que la primera, al aparecer una cepa más virulenta. Hoy, muchos países del G7 y del G20 han comenzado a relajar las restricciones contra la COVID‑19, y a prestar menos atención a las medidas de respuesta a la pandemia y más a la prevención y a la preparación para pandemias futuras (o incluso a cuestiones totalmente diferentes). Pero mientras quede un solo país que no haya alcanzado la meta nacional de vacunación, no tendremos garantías de estar a salvo.
GINEBRA – La historia muestra que algunos de los momentos más peligrosos de las pandemias ocurren cuando la vida vuelve a la normalidad demasiado pronto. Hace un siglo, la creencia prematura en que el peligro había pasado contribuyó a que la segunda ola de gripe española se cobrara muchas más vidas que la primera, al aparecer una cepa más virulenta. Hoy, muchos países del G7 y del G20 han comenzado a relajar las restricciones contra la COVID‑19, y a prestar menos atención a las medidas de respuesta a la pandemia y más a la prevención y a la preparación para pandemias futuras (o incluso a cuestiones totalmente diferentes). Pero mientras quede un solo país que no haya alcanzado la meta nacional de vacunación, no tendremos garantías de estar a salvo.