ISLAMABAD – La mitad del planeta carece de acceso a servicios de salud esenciales. Para muchas personas, pagar una visita al doctor, conseguir medicamentos, pedir información sobre planificación familiar o incluso vacunarse contra enfermedades comunes es una elección entre cuidar la salud o evitar la pobreza. Y hoy más que nunca, un enemigo bien conocido está degradando las opciones sanitarias al alcance de los pobres.
ISLAMABAD – La mitad del planeta carece de acceso a servicios de salud esenciales. Para muchas personas, pagar una visita al doctor, conseguir medicamentos, pedir información sobre planificación familiar o incluso vacunarse contra enfermedades comunes es una elección entre cuidar la salud o evitar la pobreza. Y hoy más que nunca, un enemigo bien conocido está degradando las opciones sanitarias al alcance de los pobres.