En su reciente reunión anual, funcionarios del Banco Mundial hablaron por extenso de la corrupción. Es una preocupación comprensible: el dinero que el Banco Mundial presta a países en desarrollo que acaba en cuentas bancarias secretas o financia la vida lujosa de algunos contratistas deja más endeudado un país, no más próspero.
En su reciente reunión anual, funcionarios del Banco Mundial hablaron por extenso de la corrupción. Es una preocupación comprensible: el dinero que el Banco Mundial presta a países en desarrollo que acaba en cuentas bancarias secretas o financia la vida lujosa de algunos contratistas deja más endeudado un país, no más próspero.