NUEVA YORK – Hasta hace unos pocos años, parecía que el problema de las armas nucleares estaba controlado, o acaso resuelto. Los arsenales nucleares de Estados Unidos y Rusia se habían reducido considerablemente respecto de los máximos de la Guerra Fría, y los tratados de control de armas limitaban los sistemas de alcance largo e intermedio. Pero puede que todo esto se termine.
NUEVA YORK – Hasta hace unos pocos años, parecía que el problema de las armas nucleares estaba controlado, o acaso resuelto. Los arsenales nucleares de Estados Unidos y Rusia se habían reducido considerablemente respecto de los máximos de la Guerra Fría, y los tratados de control de armas limitaban los sistemas de alcance largo e intermedio. Pero puede que todo esto se termine.