Colombia está en mejor estado que en muchos años, gracias en gran parte a la conducción del Presidente Álvaro Uribe, pero sigue siendo un lugar lleno de paradojas que enfrenta retos extraños y difíciles. Las guerrillas de la FARC han mantenido por años como rehenes a las víctimas de sus secuestros. Todavía hay niños soldados en los grupos paramilitares, y existen comprometedoras grabaciones de video en las que participan importantes políticos colombianos y poderosos narcotraficantes. Quizás lo más increíble de todo es que hay miembros de guerrillas que se niegan a salir de prisión y un gobierno que insiste en liberarlos contra su voluntad.
Colombia está en mejor estado que en muchos años, gracias en gran parte a la conducción del Presidente Álvaro Uribe, pero sigue siendo un lugar lleno de paradojas que enfrenta retos extraños y difíciles. Las guerrillas de la FARC han mantenido por años como rehenes a las víctimas de sus secuestros. Todavía hay niños soldados en los grupos paramilitares, y existen comprometedoras grabaciones de video en las que participan importantes políticos colombianos y poderosos narcotraficantes. Quizás lo más increíble de todo es que hay miembros de guerrillas que se niegan a salir de prisión y un gobierno que insiste en liberarlos contra su voluntad.