CAMBRIDGE - Para reducir la probabilidad de que se repita una crisis financiera como la de 2007-2008, los organismos reguladores están ahora tratando de reforzar las instituciones para el largo plazo, al menos cuando pueden desviar su atención de crisis inmediatas como las de la deuda de Grecia, el límite de endeudamiento del gobierno de Estados Unidos y el potencial contagio en la eurozona desde la deuda soberana a la deuda bancaria. El centro de sus iniciativas ha sido reforzar las cámaras de compensación (clearinghouses) para derivados, los instrumentos que exacerbaron la implosión de AIG y otras entidades en la última crisis financiera. Sin embargo, una cámara de compensación no es una panacea y sus límites, aunque sea fácil no verlos, conllevan consecuencias de gran alcance.
CAMBRIDGE - Para reducir la probabilidad de que se repita una crisis financiera como la de 2007-2008, los organismos reguladores están ahora tratando de reforzar las instituciones para el largo plazo, al menos cuando pueden desviar su atención de crisis inmediatas como las de la deuda de Grecia, el límite de endeudamiento del gobierno de Estados Unidos y el potencial contagio en la eurozona desde la deuda soberana a la deuda bancaria. El centro de sus iniciativas ha sido reforzar las cámaras de compensación (clearinghouses) para derivados, los instrumentos que exacerbaron la implosión de AIG y otras entidades en la última crisis financiera. Sin embargo, una cámara de compensación no es una panacea y sus límites, aunque sea fácil no verlos, conllevan consecuencias de gran alcance.