CAMBRIDGE – La crisis en Grecia y los problemas de deuda de España y Portugal han expuesto las fallas inherentes del euro. Ni todas las garantías financieras –ni mucho menos la retórica tranquilizadora- de la Unión Europea las pueden ocultar. Después de once años de haber avanzado sin contratiempos desde la creación del euro, los problemas fundamentales del arreglo han quedado claramente de manifiesto.
CAMBRIDGE – La crisis en Grecia y los problemas de deuda de España y Portugal han expuesto las fallas inherentes del euro. Ni todas las garantías financieras –ni mucho menos la retórica tranquilizadora- de la Unión Europea las pueden ocultar. Después de once años de haber avanzado sin contratiempos desde la creación del euro, los problemas fundamentales del arreglo han quedado claramente de manifiesto.