SHANGHÁI – Los confinamientos y cierres de fronteras generalizados para combatir la pandemia de la COVID-19 han interrumpido las cadenas de aprovisionamiento mundiales y paralizado en gran medida la economía del planeta. Sin embargo, la verdadera debilidad de la economía mundial actual no es la vulnerabilidad de sus redes de producción globalizadas, sino que las actitudes frente a la globalización —y a China en particular— se han avinagrado.
SHANGHÁI – Los confinamientos y cierres de fronteras generalizados para combatir la pandemia de la COVID-19 han interrumpido las cadenas de aprovisionamiento mundiales y paralizado en gran medida la economía del planeta. Sin embargo, la verdadera debilidad de la economía mundial actual no es la vulnerabilidad de sus redes de producción globalizadas, sino que las actitudes frente a la globalización —y a China en particular— se han avinagrado.