No hay nada "virtual" en los problemas a que se enfrentan los gobernantes comunistas chinos con respecto a la internet. Aunque es crítica para las metas de modernización y globalización de China, la internet amenaza el status quo político. Por ello no debe sorprender la respuesta frecuentemente esquizofrénica del gobierno: mientras que fomentan ampliamente el desarrollo de la internet, algunas facciones del partido buscan reprimirlo, arrestando a empresarios de la tecnología de la información y a disidentes que tienen páginas web. Sin embargo, los más de 35 millones de usuarios de internet (cifra que se duplica cada nueve meses) tienen acceso a una amplia variedad de información que antes estaba censurada, incluyendo sitios que están oficialmente prohibidos.
No hay nada "virtual" en los problemas a que se enfrentan los gobernantes comunistas chinos con respecto a la internet. Aunque es crítica para las metas de modernización y globalización de China, la internet amenaza el status quo político. Por ello no debe sorprender la respuesta frecuentemente esquizofrénica del gobierno: mientras que fomentan ampliamente el desarrollo de la internet, algunas facciones del partido buscan reprimirlo, arrestando a empresarios de la tecnología de la información y a disidentes que tienen páginas web. Sin embargo, los más de 35 millones de usuarios de internet (cifra que se duplica cada nueve meses) tienen acceso a una amplia variedad de información que antes estaba censurada, incluyendo sitios que están oficialmente prohibidos.