MILÁN – La masiva campaña anticorrupción liderada por el presidente chino Xi Jinping logró progresos para varios objetivos clave: Avanzó mucho para recuperar la confianza en que el Partido Comunista está comprometido con un sistema basado en los méritos; contraatacó patrones de comportamiento de dominación del sector público que llevan décadas de vigencia; redujo el poder de los intereses creados para bloquear la reforma; e impulsó la popularidad de Xi entre los actores del sector privado, aunque mucho menos entre los miembros de la burocracia. En resumidas cuentas, el esfuerzo de Xi para erradicar la corrupción ha empoderado tanto al Partido como a los reformistas. La pregunta es cuánto avanzarán con sus ambiciones reformistas.
MILÁN – La masiva campaña anticorrupción liderada por el presidente chino Xi Jinping logró progresos para varios objetivos clave: Avanzó mucho para recuperar la confianza en que el Partido Comunista está comprometido con un sistema basado en los méritos; contraatacó patrones de comportamiento de dominación del sector público que llevan décadas de vigencia; redujo el poder de los intereses creados para bloquear la reforma; e impulsó la popularidad de Xi entre los actores del sector privado, aunque mucho menos entre los miembros de la burocracia. En resumidas cuentas, el esfuerzo de Xi para erradicar la corrupción ha empoderado tanto al Partido como a los reformistas. La pregunta es cuánto avanzarán con sus ambiciones reformistas.