Cuando el presidente de China, Jiang Zemin, fue al Foro Global de Fortune en Hong Kong, el presidente ejecutivo de la Time-Warner, Gerald Levin, le dió un premio nombrado en honor de Abraham Lincoln. El presidente Jiang regresó hace poco a esa reunión global de líderes de negocios pero, afortunadamente, no recibió el premio de nuevo. Parece que hasta los jefes occidentales que le tienen afecto a China encuentran difícil elogiar a Jiang ahora que reprime al movimiento espiritual del Falun Gong encarcelando a sus miembros o encerrándolos en hospitales psiquiátricos.
Cuando el presidente de China, Jiang Zemin, fue al Foro Global de Fortune en Hong Kong, el presidente ejecutivo de la Time-Warner, Gerald Levin, le dió un premio nombrado en honor de Abraham Lincoln. El presidente Jiang regresó hace poco a esa reunión global de líderes de negocios pero, afortunadamente, no recibió el premio de nuevo. Parece que hasta los jefes occidentales que le tienen afecto a China encuentran difícil elogiar a Jiang ahora que reprime al movimiento espiritual del Falun Gong encarcelando a sus miembros o encerrándolos en hospitales psiquiátricos.