TOKIO – Cuando el primer viaje de un presidente estadounidense al exterior luego de su relección es a Asia, uno puede estar seguro de que algo grande está en marcha en la región. De hecho, la decisión de Barack Obama de ir primero a Myanmar (Birmania), un país empobrecido y durante mucho tiempo aislado, es un testimonio de la fuerza de los cambios en curso en ese país -y de la conciencia por parte de Estados Unidos de los esfuerzos de China por hacer que Asia se doblegue ante sus intereses económicos y de política exterior.
TOKIO – Cuando el primer viaje de un presidente estadounidense al exterior luego de su relección es a Asia, uno puede estar seguro de que algo grande está en marcha en la región. De hecho, la decisión de Barack Obama de ir primero a Myanmar (Birmania), un país empobrecido y durante mucho tiempo aislado, es un testimonio de la fuerza de los cambios en curso en ese país -y de la conciencia por parte de Estados Unidos de los esfuerzos de China por hacer que Asia se doblegue ante sus intereses económicos y de política exterior.