BEIJING – El programa de reformas de China ha alcanzado un impasse. Conflictos fundamentales de intereses y mecanismos sutiles de resistencia bloquean su progreso. Hasta que no se eliminen estas barreras, existen pocas esperanzas de que la economía en desaceleración de China -que creció el 7,4% en 2014, su tasa más baja en casi 25 años- pueda esperar que la reforma le dé el impulso que necesita.
BEIJING – El programa de reformas de China ha alcanzado un impasse. Conflictos fundamentales de intereses y mecanismos sutiles de resistencia bloquean su progreso. Hasta que no se eliminen estas barreras, existen pocas esperanzas de que la economía en desaceleración de China -que creció el 7,4% en 2014, su tasa más baja en casi 25 años- pueda esperar que la reforma le dé el impulso que necesita.