BOSTON – Las protestas contra Japón que siguen agitando a China son tan sólo otro indicio más del surgimiento de un potente nacionalismo chino. Después de haberse fomentado lentamente entre los intelectuales chinos durante un siglo, el sentimiento nacionalista ha capturado y redefinido la conciencia del pueblo chino durante las últimas dos décadas, en las cuales China ha gozado de un auge económico. Esta conciencia nacional masiva lanzó al coloso chino a la competencia mundial por lograr un estatus internacional que corresponda a las vastas capacidades de este país y a la concepción que tiene el pueblo chino sobre el lugar que legítimamente le correspondería a su país en el mundo.
BOSTON – Las protestas contra Japón que siguen agitando a China son tan sólo otro indicio más del surgimiento de un potente nacionalismo chino. Después de haberse fomentado lentamente entre los intelectuales chinos durante un siglo, el sentimiento nacionalista ha capturado y redefinido la conciencia del pueblo chino durante las últimas dos décadas, en las cuales China ha gozado de un auge económico. Esta conciencia nacional masiva lanzó al coloso chino a la competencia mundial por lograr un estatus internacional que corresponda a las vastas capacidades de este país y a la concepción que tiene el pueblo chino sobre el lugar que legítimamente le correspondería a su país en el mundo.