BEIJING – Después de cuatro años decepcionantes, los economistas chinos se han dado cuenta de que una desaceleración del crecimiento del PIB -de un pico post-crisis de 12,8% en 2010 a alrededor del 7% hoy- es principalmente estructural, y no cíclica. En otras palabras, la tasa potencial de crecimiento de China se ha instalado en una meseta significativamente más baja. Si bien el país debería estar en condiciones de evitar un aterrizaje duro, es probable que el crecimiento anual se mantenga en 6-7% en los próximos diez años. Sin embargo, esto quizá no necesariamente sea una mala noticia.
BEIJING – Después de cuatro años decepcionantes, los economistas chinos se han dado cuenta de que una desaceleración del crecimiento del PIB -de un pico post-crisis de 12,8% en 2010 a alrededor del 7% hoy- es principalmente estructural, y no cíclica. En otras palabras, la tasa potencial de crecimiento de China se ha instalado en una meseta significativamente más baja. Si bien el país debería estar en condiciones de evitar un aterrizaje duro, es probable que el crecimiento anual se mantenga en 6-7% en los próximos diez años. Sin embargo, esto quizá no necesariamente sea una mala noticia.